Nos hemos vuelto adictos a estar ocupados. Es más, casi que basamos nuestra importancia en cuán ocupados estamos y en qué tanto tenemos que hacer, como si esto fuera lo que nos diera valor en el mundo.
Ahora que el mundo paro, nos da la oportunidad para preguntar y cuestionar qué es realmente importante? Qué cosas Tenemos que hacer y cuáles son innecesarias?
Nos da la oportunidad para Ser y disfrutar él estar Vivo. Solo eso. Disfrutar y agradecer el poder respirar, el poder ver otro amanecer y otra puesta de Sol.
Disfrutar las personas que nos rodean o el silencio que nos acompaña.
Esto sin querer ser productivo o sentir presión por tener que aprovechar el tiempo. Es una oportunidad para detenernos y observar. Es una opción, mas no un deber. El detenernos y pensar no es parte de la lista de cosas para hacer. A cada persona le llega a su tiempo y lo hará cuando le corresponda. No estamos en una competencia con nadie. No estamos en competencia a ser el que lea mas, o haga más ejercicio o medite más, o ser el que más aprovecho el tiempo.
Cada cual va a su ritmo y su vida tiene distintas necesidades. Aunque todos tenemos las misma horas en el reloj, no todos vivimos en el mismo tiempo.