Mientras muchos hablan de soltar y dejar ir, me pegunto si sabemos sostener. Me pregunto si sabemos cómo unir para crear. Será que en realidad sabemos manejar el balance entre cuando soltar y cuando unir? Será que sabemos construir sin perder la autonomía o la libertad? Por un lado, a veces queremos amarrar y aferrarnos a alguien, queremos estar tan cerca que asfixiamos. Es como si quisiéramos agarrar agua con las manos y entre más apretamos menos agua quedan en nuestras manos. El polo opuesto es dejar “fluir”, donde no agarramos nada y todo pasa. Tenemos las manos en el agua pero no podemos arreglarla. El problema no es lo difícil que es soltar, soltar se vuelve difícil cuando la razón que queremos sostener es para llenar nuestros vacíos. Le cambiamos el significado a la palabra relación y la reemplazamos con posesión. Lo mismo pasa con sostener, no es que sea más difícil, el problema ocurre cuando parar sostener olvida...