El problema no es que diste mucho, es que el proceso de dar te olvidaste de amarte.
Mientras dabas tu tiempo, se te olvidó darte tiempo a ti. Se te olvidó mirarte a ti. Estabas tan sumergida en dar que no te diste cuenta de lo poco que recibías. No te diste cuenta que tu buscabas sin que te buscaran, llamabas sin que te llamaran, tu creabas la conversación, creabas el interés, te hacías necesaria para crear conexión y en realidad lo que había era apenas interés. Creabas los espacios donde la otra persona solo tenía que aparecer, tu creación era tan completa que obviabas que solo era tuya. Cómo era de esperar mientras más dabas más vacía te quedabas.
Mientras dabas tu corazón, se te olvidó cuidar el tuyo. Se te olvidó que para amar a otro no toca dejar de amarse. No es necesario dejar de ser.
Mientras que trabas de construir construías algo, se te olvidó que no era tu responsabilidad de hacerlo sola. Querías que todo funcionara tanto que no te diste cuenta que eras tú la única que lo sostenía.
Pusiste sus circunstancias en prioridad y se te olvidó que aunque todo pase estarás tú. Aunque las circunstancias cambien estarás tú. Tu eres la única responsable de cuidarte.
Ahora que me preguntas que puedes hacer ?
Te respondo: Ama sin dejar de amarte.